Una (buena) chica mala

Señoras y señores, con uds. Tallulah Bankhead

Dedicado a Quinn y a Josénez.

Por el Sr. Verle.

Tallulah Bankhead (su verdadero nombre era Tallulah Brockman) fue un icono de la provocación. Una mujer de los años 20, no sujeta a las reglas que dictaban los hombres. Una actriz que vivió de forma extrema y nunca tuvo problemas para expresarlo, haciendo apología de sus diversos vicios. Tras una frívola imagen de mujer fatal había una mujer de pasiones irrefrenables, a la que no pudo vencer su educación en un convento ni los tabúes de una sociedad hipócrita, dispuesta a vivir y amar más allá, con toda la intensidad necesaria, no privándose del uso de substancias artificiales que le proporcionasen el ansiado y probablemente nunca saciado placer.

No destacó por su carrera cinematográfica, ya que no quiso ceder a la presión y el acoso de otras figuras. Intentó triunfar en Broadway, pero fue en Londres donde consiguió convertirse en una estrella. Este mito erótico y provocativo del cine, sedujo a varios estudiantes del colegio de Eton en el verano de 1928, lo que causó la inquietud de los servicios secretos británicos, según revelan documentos desclasificados ahora por el gobierno británico. Tallulah compartió sus fantasías sexuales con seis muchachos en el Hotel de París, en Berkshire (sur de Inglaterra), lo que costó la expulsión de Eton de tres alumnos.

Ante los rumores, el propio servicio secreto británico abrió una investigación que produjo un grueso fichero acerca de las costumbres sexuales de la actriz, pero no pudo probar la relación de Tallulah con los muchachos porque la dirección del prestigioso centro de estudios se negó a cooperar. «Es de conocimiento público en Eton que ciertos muchachos, contados entre cinco y seis, fueron sorprendidos rebasando los límites de la decencia en compañía de esta mujer», denunciaban los informes. Un legajo de Scotland Yard define a la actriz como «una lesbiana y una inmoral con los hombres». Los agentes sin embargo precisan en una nota manuscrita que «aunque se rumorea en los círculos teatrales que la señorita Bankhead es conocida como una pervertida sexual, no se dispone de ninguna información para confirmarlo».

Pero no cesaron sus escándalos y la actriz acaparó todas atenciones con sus costumbres, sus desenfrenos y sus interminables anécdotas que forman la mitología de la estrella. En una fiesta a la que acudió, se propuso que todos los invitados se bañaran en la piscina. Ella apareció vestida sólo con sus perlas, decía que lo hacía para demostrar que era, en todo, una rubia natural.

Pero lo más jugoso de Tallulah sigue siendo su deliciosa lengua de víbora y las perlas que nos regaló, en una ocasión en que un periodista le preguntó que habría sido de no ser actriz ella respondió: “Dudaba entre madre superiora, puta y presidente de los Estados Unidos. ¡Espero que pongas en tu libreta que habría hecho de maravilla las tres cosas!”. Independientemente de su escandalosa vida privada, o tal vez gracias a ella, fue un personaje muy popular. De hecho, existe un pueblo en Louisiana llamado Tallulah porque en los años 30 ella pasó una noche allí.

Las ‘travesuras’ de Tallulah acabaron el 12 de diciembre de 1968, a la edad de 66 años, cuando una neumonía le arrebató la vida en Nueva York.


En su corta carrera cinematográfica Tallulah Bankhead será recordada por su papel en el clásico de Alfred Hitchcock de 1944, ‘Lifeboat’ (Náufragos). Durante la filmación de la misma, varios miembros del equipo se percataron de que Tallulah, como siempre, solía acudir a los rodajes de sus películas sin ropa interior y se notaba en las escenas en que subía y bajaba de la lancha, ya que a Tallulah le gustaba dejar ver lo que escondía bajo la falda. Cuando le comunicaron el caso a Alfred Hitchcock por si era una cuestión a resolver por las sastras, contestó con su inigualable flema británica: «No sé si es un asunto del departamento de vestuario o, mejor, del de peluquería».


T. B.: “Iré a hacer el amor con usted a las cinco en punto. Si llego tarde, empiece sin mí”. 

Pero ningún homenaje será suficiente para la mujer que también nos dijo: “Sólo las chicas honestas llevan blogs. Las chicas malas nunca tienen tiempo para eso”.

59 comentarios sobre “Una (buena) chica mala

  1. Las chicas malas no tienen tiempo para eso…

    MARMOL.

    Supongo que los tipos duros tampoco 🙂

    Buena la entrada Sr. Verle. Conocía al personaje de ver algunas fotos suyas, pero no sus interioridades (aunque uno fantaseaba con ello y queda patente).

  2. Me preguntaba cuántos de los estudiantes de Eton, que fueron a la habitación, lo hicieron con ella y entre ellos…

  3. Falsa maldad lo que Gary Cooper no dijera de ella: parecía fría hasta que se quitaba las bragas.

  4. Independientemente de su escandalosa vida privada, o tal vez gracias a ella, fue un personaje muy popular. De hecho, existe un pueblo en Louisiana llamado Tallulah porque en los años 30 ella pasó una noche allí.

    *******

    Sí, dado que no destacó precisamente por ser una gran actriz, su fama tuvo que venir por la chismografía. En cuanto a lo demás, Sr. Verle, que exista un pueblo llamado Tallulah no quiere decir que lleve el nombre de Tallulah Bankhead, especialmente si fue fundado (al menos de forma oficial) 50 años antes de que ella naciera. Tallulah es nombre de mujer de los indígenas que habitaban la zona donde ahora se encuentra esa población, que fueron despojados de sus tierras y desplazados al otro lado del río Misisipi, a reservas alejadas de sus tierras fértiles: los choctaw, un pueblo agricultor de las llamadas ‘tribus civilizadas’, aunque no por ello menos puteadas. 

    No fue raro que los nuevos pobladores, primero los blancos y luego los esclavos negros que llevaron a las plantaciones de algodón que crearon en la zona, pusieran nombres indígenas a sus hijos e hijas; aquí algunos de mujer que —además de Pocahontas— probablemente le sonarán: Winona, Malia, Chenoa, Tallulah… 

    Vamos, que a la pijísima Tallulah Bankhead, nieta de senador e hija de congresista, le pusieron un nombre indígena para subrayar, como les gusta hacer a todos los nacionalistas, su vinculación ‘ancestral’ con el territorio. La nena les salió rebelde y bocafresca, y alcanzó cierta fama en el período liberal de entreguerras del siglo XX, pero no parece creíble que esta fuera tanta como para dar, retrospectivamente, nombre a un pueblo fundado en el siglo anterior. 

    Por la misma razón, tampoco parece creíble que a Tallulah Falls, en Georgia (no busquen las cataratas, ahora están debajo de un pantano), le pusieran ese nombre por la actriz.  

  5. Postrado con una lumbalgia aguda, en la que han desembocado las labores agrícolas, sólo decir que perdóneseme alguna boutade de la recopilación dedicada a cinéfilos bizarros de por aquí.

    Marqués como iba a hablar de bragas de la que dijo de sí: soy pura como la ‘nieve’.

  6. Muy buena la entrada, Sr. Verle, me ha encantado conocer los intríngulis de tan interesante personaje (he intentado poner personaja, pero mi mano se ha rebelado y no me ha dejado)

    Un polvorín la tal Tallulah, por no decir polvorón dada sus afición a todo tipo de «polvos». Bien por ella y bien por Verle.

    P.D.- Cuídese, que ya vamos teniendo una edad.

  7. Verle este fin de semana estrené una faja con extensores ajustables que me ha permitido retomar la azada sin fenecer como las veces anteriores. Mano de santo excepto porque aprieta tanto que me sale el estómago por la boca mientras trabajo.

  8. Bravo también por Brema y Petón. Ya he comprado el libro, que me llegará entre el 16 y el 18 del presente. Espero que tengan mucho éxito y que haya presentación para felicitarles en persona.

  9. Que su carrera cinematográfica no destacase no significa que fuese una mala actriz. De hecho, en mi opinión, era una buena actriz. Ahí está La Zarina, para demostrarlo. O Entre la espada y la pared. Algo tendría cuando directores como Hitchcock, Cukor o Preminger, trabajaron con ella.

  10. COMPARACIONES

    Esta mañana he ido a la barbería en la moto: he arrancado pulsando un interruptor y me he ajustado la chaqueta Dainese Airbag, el casco Arai TT y los guantes Segura. Me he acordado cuando para ‘enchegar’ la moto había que dar una docena de patadas con los resbaladizos botos, ajustarse la ‘viuda’ (una astrosa pelliza) y por supuesto ir sin casco ni guantes. Corría 1973.

    Cincuenta y un años después creo salir ganando en la comparación.

    En la barbería no se hablaba otra cosa que del partido de ayer. Me ha recordado a uno de los primeros recuerdos de mi niñez en que mientras me cortaban el pelo los peluqueros hablaban de la derrota del Madrid, 5 a 3, a pesar de tres goles de Puskas e ir todo el partido por delante en el marcador. Corría 1962.

    Sesenta y dos años después creo salir ganando en la comparación.

  11. Cuando uno está -de repente- subido a una montaña de años ha de manejarse con cuidado, mejor: con exquisito cuidado. Mi delicada espalda requiere tareas diarias que la saquen de la niebla y el polvo antes de la derrota completa. Estrategia de distracción en la que la victoria es imposible pues la ley del tiempo es implacable. Obligado a empujar los resortes oxidados de mi cuerpo a diario, haga o no calor, o frío, hoy me he levantado con una nueva avería, un dolor metatársico inconstante. Una posible fractura por estrés. Quizás, sobrentrenamiento o quizá falta de calentamiento adecuado.

    Ya casi necesito más tiempo de preparación que de ejecución y no puedo bailar -ni al son que toca- sin media hora de planificación, liturgia y recogimiento.

    Sin alternativa a mi destino, doy rodeos para alejarme del tormento, aunque pasaré por encima pues no hay mundos de repuesto. Hasta el convencimiento más firme tiene sus grietas, pero he de ser disciplinado y honesto. He de cumplir los pactos que firmé conmigo y por eso, en cuanto deje esto, estaré en la tarea: la misericordia para con uno mismo no parece tener límites.

  12. Hablando de Petón, supongo que estará contento por el partidazo de ayer y, sobre todo, porque el Madrit no consiguió doblegar las huestes del meacolonia, debido, principalmente, a un fallo sonrojante en el primer gol, impropio de un equipo, no digo ya 14 veces campeón de Europa, sino simplemente de la primera división española.

    Salí muy contento, no obstante el empate, de la sede oficial de visionalización de partidos de la Champiñons, que, merced a la hospitalidad de Trooper, está sita en su domicilió fiscal. Ustedes quizá se pregunten el porqué de esa aparente contradicción y no es otro que el menú pergeniado por Trooper, su cuñado, y en menor medida este su humilde servidor, para tan señalada ocasión, que constó de cuatro vuelcos:

    Un aperitivo para el primer tiempo, con las clásicas «gildas», unas gordales rellenas de boquerones y un picadillo de bonito con anchoas y aceitunas, al estilo de no sé qué bar (razón: Trooper) regado con sidra Zapiain y combucha  para el delicadito de la terna.

    El segundo tiempo lo abrimos con unas cocochas de bacalao al pil-pil con almejas, especialidad trooperiana, que ni el mismísimo Berasategui hubiera superado.

    Continuamos con unas deliciosas quisquillas cocidas, para desengrasar, y rematamos con unas almejas a la marinera también cocinadas por el «chef» Trooper y copiosamente regadas con un rioja  Cvne edición especial y más combucha para el rarito.

    Un festín de alto estándin que nos dejó ahítos y nos impidió acabar con el queso de oveja que había llevado yo de postre y que quedará para el partido de vuelta.

    Esta mañana he procedido a mi habitual medición de glucosa con un rictus de terror en la cara, temiéndome lo peor, debido a la importante rebanada de pan de payés que había pringado con fruición en las salsas pil-pil y marinera, pero un tranquilizador 115 ha aparecido en la pantalla, lo que demuestra que cuando se ingieren productos de calidad bien cocinados, no pueden sentar mal.

  13. Tallulah, una (mala) chica buena… Esplendida entrada.

    Felicitaciones atrasadas y buena boda…

  14. Servidor cenó una naranja por lo que no he necesitado comprobar la glucosemia.

  15. Una medida muy prudente y muy patriota, Marqués, que los productores de naranjas nacionales lo están pasando mal.

  16. Tengo pendiente una comida con Trooper, y la tarjeta preparada al efecto, pero viendo la crónica de Olmedo fantaseo viajar a Madrit para el partido de vuelta, disfrutar de los vuelcos que preparen, y gozar del revolcón a los blancos conteniendo -sólo un poco- las expresiones de alegría, y consolando -en un magnífico ejercicio de hipocresía- a los anfitriones.

  17. ¡Tremenda Tallulah, Sr. Verle!

    Voy a buscar «Náufragos» para ponérmela esta noche…

  18. Pues yo ya he terminado con la paliza de mi miércoles, y ya he empezado a leer en mi Kindle » Violencia Roja antes de la guerra civil», rodeada de libros en papel, y con los DVDs de «Rojo y Negro», y «El Honor de las injurias» para ver cuadros, fotos, y esas cosas que no hay quien vea bien en el Kindle.

    Así que, supongo yo que lo de volver a ver mi disco de Náufragos, tendrá que esperar. Pero a Hitchcock le gustaban mucho las «chicas valientes «. No hay más que ver Notorious ( Encadenados aquí ,con esa facilidad para cargarse los títulos de las películas ), y ver a Ingrid Bergman, Santa Ingrid Bergman , haciendo de fresca y borrachina, en aquella fiesta en su casa, ligándose a Cary Grant, al que no conocía de nada pero que le había apetecido…

    Y, no se olviden de Mae West, esa que decía » Good girls go to heaven, Bad girls go everywhere «

    Y, Sr Verle, gracias por el disfrute de hoy, y de cuando por fin vuelva a ver la película. Espero que su lumbalgia se le pase cuanto antes.

    Marqués : y de la costalada con su bici, ¿está ya bien del todo ?

  19. Yo perfecto, Viejecita, pero la bici anda en reparación. Eso sí, le he cogido manía a los guisantes.

  20. Si es por la pitanza futbolera, es porque quiere y sabe que no se merece. Sabe que tiene paso franco en mis convocatorias de Champions (número restringidisimo en el que está incluido)

    Entiendo que prefiera una humilde pieza de fruta a nuestras degustaciones para concentrarse en el fragor de la batalla. Es una opción.

    La otra es abrir despensa y bodega como si el partido fuera el último. El miércoles vuelta del burro a la noria (a ver si suena la flauta)

  21. Lunin no seguirá la próxima temporada. Un gol de falta desde fuera del área, por tu palo, justo por donde no se pone la barrera, es inadmisible en un partido de esta entidad. El año pasado Iago Aspas le coló uno similar a Ter Stegen, pero fue en Balaídos, en la Liga, nada que ver.

    Jugar la Champions en el Madrid es una religión, no admite estos sacrilegios.

  22. LOS VALORES

    Los griegos establecieron tres tipos de amor: ‘agapé’, el debido a la familia o a un compañero en la batalla, ‘philias’, el debido a un amigo, y ‘eros’, reservado para la intimidad. Jesús revolucionó el concepto al pretender expander el ‘agapé’ de forma universal mientras los paganos pretendieron confundir ‘philias’ con ‘eros’, o lo que es lo mismo, la mariconería

    Veinte siglos después de aquella transustantiación de los valores, algunos hemos encontrado el verdadero camino. El ‘agapé’, en contra de lo que pretendía ingenuamente el nazareno se lo debemos a algunos, no a todos; a una parte de la familia, de los compañeros de armas y de los amigos y amigas íntimos. Solo se puede dar mucho a unos pocos. La pregunta sería a quiénes, la respuesta es sencilla, a los que cumplan las tres condiciones básicas de la ‘philias’ o verdadera amistad, sean familia, soldados, amigos o pareja, a saber: confianza, confidencia y beneficencia. Tales condiciones en la vida de una persona apenas la podrán cumplir una docena de sujetos . Acertar cuáles son dará el sentido a tu vida.

  23. La chimenea de la casa de mi tío ‘Capra’, donde pasé mucho tiempo durante mi niñez y adolescencia. Está a poco más 800 metros de la casa de mi hija, casualidades del destino. Coronando la chimenea, apenás se ve, una veleta inspirada en una escultura de Gargallo. Hoy está convertida en un desagradable fortín que desmerece el buen gusto que tenía mi tío, Manuel Olave, al que seguro Trooper y Olmedo todavía recuerdan.

  24. Hace poco volví a ver «Encadenados» y no me gustó por lo rematadamente gilipollas que es el personaje de Cary Grant. Se pasa toda la película estreñido.

    En cambio «Rufufú» es un Monicelli cada vez más divertido: los personajes de entrañable picaresca, la Europa en ruinas de la posguerra, los amores ceremoniosos ma non troppo…

    Y «Vale Abraão», un Oliveira de casi 4 horazas, es una Madame Bovary a la portuguesa con una bellísima Leonor Silveira, planos estáticos que quitan el hipo, voz en off para darle más empaque literario al asunto y, si uno resiste el canto de sirenas de la siesta, algo no siempre fácil, un drama de provincias de esos ni muy alborotados ni muy convencionales, sino todo lo contrario. Un coñazo de los que me gustan a mí, vamos.

  25. Me cago en mi vida, que se ha muerto Jaime de Armiñán. El año pasado vi Juncal y hace unas semanas me leí la novela, una completa delicia.

  26. Sr Verle, déjese de darle a la azada. El campo es para mirar a los bichos, comerse los vegetales y frutas, para darse promenades y cosas así.

    Cuídese y póngase algún buen disco, quizás un oporto o un espirituoso…

  27. La Tallulah Bankhead, que tan bien retrata el Sr. Verle, definitivamente vivió antes de su tiempo. Es en este, con las masas ansiosas, ávidas de provocadores al rescate del tedio, donde hubiesen lucido radiante sus virtudes.

  28. Veo que los griegos olvidaban los dos amores más importantes, que la iglesia por suerte nos enseñó. El amor a Dios y el amor a la patria. Esos amores son insignificantes ante la grandeza de estos otros.

  29. Que Sánchez es un fuera de serie de la política se ve en los pequeños detalles. El primer presidente que ha tenido el cuajo de crear el puesto –bien remunerado por nuestros bolsillos, 28 millones de euros– de Humorista Oficial del Régimen, con púlpito diario en prime time incluido. No me cabe duda por lo que conozco de él y de su sólida jeta, que el agraciado con el nombramiento, Broncano, responderá a las expectativas. Con un programa llamado La Resistencia (al fascismo, por supuesto) y los avales de los siniestros Zapatero y Contreras no podía ser otro el designado por el dedo de nuestro Líder Carismático.

  30. A mí me parece que Tallulah Bankhead sí fue una mujer de su tiempo, eche un vistazo por ejemplo al libro Hollywood Babilonia de Keneth Anger sobre las estrellas del cine mudo.

    Más visual, por ejemplo, también puede comparar España con USA a principios del siglo XX para ver que eran sociedades muy distintas, los cuadros de Zuloaga o Gutierrez Solana con los de Hooper.

  31. Salter en «Quemar los días»:

    «[West Point] Era un lugar de emociones sombrías, un gran orfanato de apariencia fría, rígido en sus exigencias. A veces se percibía amabilidad, pero poco amor. Los profesores no querían a sus alumnos, ni el entrenador al fullback manchado de barro: la palabra no se mencionaba nunca, aunque oí su antónimo muchas veces. En lugar de eso había camaradería y el rasero más alto que uno podía llegar a conocer. Incluía la independencia, y la muerte si era necesario. West Point no formaba el carácter, lo ensalzaba. Enseñaba a uno a creer en la dificultad, por el camino más duro, y a dormir, por decirlo de algún modo, en el suelo desnudo. El deber, el honor, la patria. Las grandes virtudes estaban talladas en la piedra por encima de los arcos de las puertas y en el oro de los anillos de promoción, no las virtudes clásicas; en realidad, ni siquiera eran virtudes, sino órdenes. En la vida uno podía conocer la derrota y ver caer en la oscuridad y la deshonra cosas que reverenciaba, pero nunca aquéllas.

    El honor ocupaba el segundo lugar pero en muchos aspectos era lo más importante. El deber podía eludirse, la patria se daba por sentada, pero el honor era indivisible. Nadie ponía en duda la palabra de un oficial o un cadete. Uno no hacía trampa, uno nunca mentía. Por la noche preguntaban desde el otro lado de la puerta cerrada: «¿Todo en orden, señor?» y la respuesta siempre era: «Todo en orden.» Significaba que quienquiera que debiese estar en la habitación se encontraba allí, y nadie más: una única voz respondía por todos. Las ausencias, la asistencia, toda la rutina estaba al mismo nivel y cualquier cosa escrita o firmada era absolutamente cierta. Incluso la menor trasgresión era grave. Existía un comité de honor; su proceder era solemne; sus fallos, inapelables. El comité no tenía un verdadero poder disciplinario. Era tan augusto que se esperaba que cualquier condenado —y no había grados de culpa, sólo pulgares hacia arriba o hacia abajo— abandonara la academia. Casi siempre lo hacían. A veces una trasgresión del honor podía disculparse por una inadvertencia, pero no por mucho más. Enseguida corría la voz: alguien había comparecido por una causa de honor. Pocos días después había una cama vacía».

    No creo que los griegos amaran a los dioses. Los veneraban y los honraban porque de ellos derivaban las leyes y la constitución de la ciudad, lo que hacía griegos a los griegos y que había que defender y cuidar. Los lazos de amor iban por otro lado.

  32. Los «guisantes» que probado de este antro -Trooper y Olmedo- tienen todo mi respeto y consideración. Ofician -además- con alegría y en directo. Olmedo hace su magia de forma que asegura canónica, circunstancia que no puedo discutir por falta de cualificación y Trooper es más improvisador: con la salsa que sobró de unos mejillones -nada por aquí, nada por allá- se marcó una fideuá que estuvo a punto de ocasionar un conflicto entre nuestro añorado Satur y yo mismo a la hora de proceder al rebañado de la paella en la que se ejecutó. No llegó la sangre al río por poco y nunca mejor dicho eso de por poco, pues la paella brillaba ya.

    Pitanza tiene por estos lares un cierto aroma despectivo. Yo no me atrevería a tildar de pitanza unas cocochas de bacalao al pil-pil con almejas. El pil-pil tiene un punto delicado, los tiempos de cocochas y almejas son distintos y frágiles. Un desafío que puede terminar en desastre y que para colmo exige mercar bien.

    Soy inmune al virus del futbolismo y desconozco las terapias que precisa. Sin embargo tenía entendido -gracias a un amigo que dirige una cadena de fast food- que los pedidos de pizza se multiplican de forma recurrente y coincidente con las olas epidémicas. En mi ignorancia había dado por probado que los síntomas se tratan con pizza y cerveza, pero ya han relatado ustedes más de una recaída y el tratamiento siempre ha resultado muy apetecible.

  33. Hallazgo de esta semana: la banda mexicana Porter. Cómo me gustan esos «duwá duwá» de fondo.

  34. Buenos días a todos :

    Fascinada con «Violencia Roja antes de la guerra civil», que estoy leyendo en el Kindle. Y que anoche a las tantas, me obligué a cerrar, porque veía que podía quedarme toda la noche leyendo, y hoy no iba a ser capaz de levantarme. Y las fotos de grupo, pequeñitas, no se ven bien en el kindle, pero los retratos sí. Y además, estuve ayer revisando todos los libros , incluyendo el libro » Cine y Guerra Civil Española», el que incluye el DVD de «Rojo y Negro», y el libro «El Honor de las Injurias»que acompaña la película de Carlos García Alix,  para empaparme de las fotos.

    Y, otra cosa : El libro está estupendamente escrito, y se lee tan fácilmente como una novela. ( cosa que no ocurre con un montón de otros libros sobre el tema , que hay que tener lápiz y papel al lado, para apuntar fechas, nombres, referencias. Al menos, yo los necesito para poder orientarme y seguir leyendo ).

    El caso es que ayer ya me llamaron de las dos librerías donde tengo el libro comprado y en espera de ser recogido, y me da que no voy a ser capaz de esperar hasta el sábado, y voy a ir hoy mismo…

    No sé si conseguiré poner el enlace https://www.france.tv/france-5/la-grande-librairie/saison-16/5821437-emission-du-mercredi-10-avril-2024.html Es a la edición en diferido de a emisión de La Grande Librairie de anoche.. Y va justamente de las I.A.s, de la dependencia respecto de los smartphones, etc. Con Eric Emmanuel Schmidt y Alain Damasio en principio, pero unos cuantos otros ( entre ellos Harari ), más tarde, o copiados de otros programas anteriores. A ver si a alguno de ustedes les interesa.

    ¿ Cary Grant aspecto de estreñido ? ¡ Como se nota, Quinn, que es usted chico y no chica. Que las chicas/señoras entendemos del atractivo de las otras señoras para los señores , pero ustedes , del atractivo de los señores para las señoras , en general, es que no se enteran. Ya siento.

  35. Anagrama me ha remitido este libro de José Ángel González Sainz al que conocí a través de Brema en Soria, donde dirige el Centro Internacional Antonio Machado. Es hombre algo adusto pero extremadamente educado, sobrio como buen soriano, juraría que no tiene móvil ni coche. Es escritor de relativo éxito que ha publicado al menos media docena de títulos en esta editorial. Nunca había tenido la oportunidad de leer algo suyo.

    El presente libro consta de cuatro cuentos, con una extensa loa del autor en solapa y contraportada, resultando un libro apetecible si lo ves en una librería. Anoche leí los dos primeros cuentos los cuales me produjeron una incómoda sensación, cuando no rechazo hacia el tipo de prosa que aquí practica. Son relatos con la lógica de los sueños, premiosos, con un extraño gusto por utilizar de forma desaforada ‘frases hechas’ y en los que soy incapaz de encontrarles interés alguno. Seguro que son mejores que los cuentos de Nabokov pero no soy capaz de percibirlo.

    Me siento un tanto miserable siendo negativo con alguien que, indirectamente, me ha remitido su libro y del que conozco su bonhomía. Por una parte me sentía en la obligación de reseñarlo y por otra no debo engañar a los Embusteros. Tengo la esperanza de que no lea esto, cosa más que probable.

  36. La crítica anterior me ha recordado a un comentario que me hizo la asistenta-amiga-colombiana que compartimos con mi hija. Se deshizo en alabanzas con lo elegante y luminosa que le parecía la casa de Jimena, lástima-añadió-que hayan puesto en el salón un cuadro tan feo, una ‘cerda gigantesca’ que da grima mirarla.

    Le aclaré que era un regalo mío, de un pintor (Miguel Macaya) del que soy un viejo admirador. Como en casa hay otro de este pintor, la estampa de un torero, le pregunté qué opinaba de él. «Es feísimo también».

  37. Ximeno, aunque le correspondería al artista contestarle, como presencié el final del cocinado, le puedo aclarar que el pil-pil de bacalao lo preparó previamente y guardó el aceite de la cocción para acabar de ligar la salsa justo antes de comerse, porque si hay que calentarla después suele desligarse. Las almejas, ya sin concha, las añadió en el momento de «bailar» la cazuela para ligar la salsa con el aceite reservado (cinco minutos), que quedó espesa y brillante, como si fuera hecha con nata.

  38. Anécdotas del estilo que cuenta el marqués hay muchas. Recuerdo la de un taxista que llevó por la noche a un amigo a su casa, al final de la Avenida de Burgos, (yo fui a vivir justo al lado muchos años después) y según se acercaba le dijo:

    -Hay que ver qué barrio tan feo, yo sería incapaz de vivir aquí.

    -Oiga, que yo vivo aquí

    -Pues no sé cómo puede.

  39. A propósito de la crítica del marqués viene bien recordar a Monterroso: «Poeta, no regales tu libro: destrúyelo tu mismo».

  40. Olmedo, es de suponer que la elaboración que confiesa incumple todos los sagrados preceptos de la pil-pil-logía canónica. Cualquier oficiante de semajante barbarie debería ser colgado de un pie -solo de uno, que es más incómodo- hasta que reniegue de su fe, de su esperanza y del resto de virtudes. Pero yo soy un ecléctico perturbado y admito lo que sea siempre que el resultado tenga un aspecto apetecible y un sabor agradable. Otros condenarían a galeras a quien osara poner cebollas en una paella ¿verdad?

  41. De hecho lo de la cebolla es malvado pero no sacrílego, lo del pimiento ya es otra cosa.

    De hecho el pimiento en cualquier cocción que no sea pimientos al no se qué. ¿Que necesidad hay de hacer cualquier plato con diferentes ingredientes si al poner pimiento al final sólo sabe a pimiento?

    Ahörrate la elaboración y sirve pimientos solos.

  42. En una columna de EP veo esta cita.

    Lo que no tiene en cuenta es que en muchas profesiones redactar se considera una tarea no menos penosa que hacer la colada. No hay más que ver cómo escriben algunos periodistas: se palpa su lucha encarnizada con las palabras y la sintaxis, su sufrimiento bolígrafo –metafórico– en mano. Sin duda, preferirían estar lavando platos.

  43. Buenas tardes tengan todos y gracias.

    Haciendo caso a jrG:

    Un día como hoy, en 1962, John Coltrane comenzó la grabación de su álbum «Coltrane» (no confundir con el «Coltrane» de 1957).

    Recorded: April 11, June 19, 20, and 29, 1962 at Van Gelder Studio, Englewood Cliffs, NJ.

    1961 había sido un año muy importante en la carrera de Coltrane. El sello Impulse le ofreció el mejor contrato que un músico de jazz podía esperar, excepto si eras Miles Davis. El saxofonista encontró campo abierto para seguir investigando justo el año en que ganó premios de la crítica y de la revista Down Beat. Ese año Coltrane tenía casi totalmente perfilado su nuevo cuarteto, el conocido como “cuarteto clásico”: John Coltrane, saxos, McCoy Tyner, piano, Jimmy Garrison, bajo y Elvin Jones, batería.

    Tras investigar sobre su técnica de “láminas de sonido” (“sheets of sound”) y su habitual secuencia armónica en terceras conocida como “Coltrane changes” (“acordes de Coltrane”) el de Carolina del Norte quería afianzar la faceta comunicativa de su música, profundizando en las raíces del jazz como legado cultural afro-americano y dotando a su obra de un marcado tinte religioso y espiritual. Para ello trabajó en el tono de su instrumento, estudió ritmos y melodías africanas y buscó músicos capaces de integrarse en ese contexto. McCoy Tyner, pianista influido por Monk, cuyas notas combinaban la inocencia folclórica con la intensidad espiritual. A la batería, Elvin Jones era capaz de utilizar todo tipo de elementos polirrítimicos y de dirigir al grupo con fuerza. Para asentar la base de la banda, un contrabajista sólido, Jimmy Garrison, un bajista atípico por sobrio y por contundente.

    El año siguiente, 1962, ocho sesiones de grabación e infinidad de tomas de cada tema darían como fruto tres LP: el titulado “Coltrane” (no confundir con el disco de idéntico título que editara Prestige en 1957) y los a la vez criticados y ensalzados “Duke Ellington And John Coltrane” y “Ballads”.

    En “Coltrane” el saxofonista continúa con sus investigaciones étnicas, un destacado uso de armonías modales y el saxo soprano como vehículo con que transmitir sus inquietudes artísticas. En el saxofón tenor, es simplemente magistral, ofreciendo florecientes e interminables tejidos de melodías con ingeniosas, reflexivas y motivadas frases. Coltrane también toca un poco de saxofón soprano como guía para un trabajo suyo más exploratorio a seguir.

    El 11 de abril el cuarteto grabó dos temas: ‘The Inch Worm’, de F. Loesser, con una sección de solos únicamente en dos acordes, y donde Trane parece buscar éxito con su saxo soprano, lanzándose a improvisar varias veces tras la melodía (hasta interpretar cuatro melodías y tres solos) y ‘Big Nick’ (no recogida en el primer vinilo emitido), original diatónico dedicado al saxofonista George “Big Nick” Nicholas, ex-compañero suyo en la orquesta de Dizzy Gillespie. El 12 de abril también estuvieron tocando en el estudio pero sus registros no fueron emitidos.

    En junio la banda se pasaría tres días por el estudio para dar forma a las otras cuatro pistas del vinilo original. Los tintes folclóricos africanos cobraron allí vida.

    Considerado por muchos como su mejor álbum individual, “Coltrane” muestra a John Coltrane enseñando todos los elementos emocionantes que generaron esplendor y permitieron que su voz instrumental completamente formada brillara de la manera más esclarecedora.

    Personnel:

    John Coltrane – tenor saxophone, soprano saxophone

    Jimmy Garrison – double bass

    Elvin Jones – drums

    McCoy Tyner – piano.

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