Ucronías (VIII)

La prohibición de la rueda en Albania

Por Josénez.

La reunión entre el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, con los cabecillas del grupo ecologista No-Wheels durante la Climate Action Summit celebrada el pasado julio en Kenora ha corrido como la pólvora por las redes y redacciones de todo el mundo, provocando sorpresa y rechifla, aunque también alguna sonora defensa. Como su nombre indica, esta asociación aboga por la desaparición de la rueda, tratando de lograr con ello el retorno del hombre al neolítico en busca de una supuesta pureza primigenia.

La prohibición de la rueda no es nueva, la han sufrido los ciudadanos en distintas ocasiones a lo largo de la historia, y hoy en día sigue vigente en media docena de comunidades amish de Ontario, en la isla Mackinac de Estados Unidos y en el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí en Egipto. En el pasado lo estuvo en Florencia los meses posteriores a la famosa hoguera de las vanidades de Savonarola; cien días en Suecia tras el Stockholms blodbad provocado por Cristián II de Dinamarca en 1520; en la reducción guaraní de Santa María la Mayor, en la provincia argentina de Misiones, el tiempo que se mantuvo activa (1626-1767); varios años en la Camboya comunista de Pol Pot durante el genocidio provocado por los Jemeres Rojos, cuando también se prohibieron, entre otras cosas, la moneda, los medios de comunicación, las gafas y las escuelas; y casi cuatro décadas en Albania durante la dictadura de Enver Hoxha.

El gobierno comunista de Albania prohibió la rueda en un tercio del país durante casi cuatro décadas. Las tensiones entre Hoxha y su ministro de Defensa, Koçi Xoxe, quien buscaba un acercamiento con la Yugoslavia de Tito rechazado por el dictador, acabaron con la condena a muerte de Xoxe, ahorcado en Tirana a mediados de 1949. Poco tiempo después el tirano albanés sacó adelante su plan de dividir el país por sectores: industria y agricultura, y aprovechó para castigar a los condados de Dibër, Elbasan y Korçë, fronterizos de la zona de donde Xoxe era originario, Macedonia Occidental, a vivir exclusivamente del campo. La norma más radical entre las que les impuso para lograr su ruralización total fue la de prohibirles la rueda. Así, estos condados sobrevivieron a duras penas con una agricultura de supervivencia en la que no podían usar ningún tipo de vehículo a rueda ni para su labor ni como medio de transporte.

Al principio las carreteras siguieron siendo transitadas por los coches de los miembros del partido, con permiso gubernamental, pero su falta de mantenimiento provocó que al final hasta los políticos se olvidaran de los coches y se pasaran al caballo. También eran usadas por la Policia e rrotave, un cuerpo especial creado por el gobierno para vigilar el cumplimiento de la prohibición de la rueda. Al igual que hizo con la obligación de afeitarse la barba que impuso a los musulmanes, Hoxha volvió a lo caprichoso en su tiranía al decidir personalmente que este nuevo cuerpo policial estuviera compuesto exclusivamente por vírgenes juradas. A cada una de estas virgjeneshtë se les equipó con una motocicleta con la que patrullaban Dibër, Elbasan y Korçë vigilando que nadie se saltara la prohibición.

Uno de estos policías de la rueda logró fama literaria al contar Ismaíl Kadaré su vida en Vida, representación y muerte de Lul Mazreku. Natural de Muhurr, una pequeña localidad del norte de Dibër, la muerte violenta de todos los varones de su familia por una venganza en aplicación de la ley del Kanun hizo que Lul Mazreku pasase legalmente de ser una niña a ser, como virgen juramentada, hombre y cabeza de su familia. Debido a ello pudo ser elegido miembro de la Policia e rrotave para vigilar así que sus vecinos no usaran alguna bicicleta o carretilla que tuvieran escondida. La destreza de Mazreku en el manejo de la moto por los caminos de cabras en los que se habían convertido las carreteras llamó la atención de las autoridades y durante años fue invitado a realizar exhibiciones motociclistas en las fiestas del Primero de Mayo, llegando a alcanzar fama en todo el país al ser elegido abanderado de la escuadra de virgjeneshtë que desfiló por las calles de Tirana para conmemorar los treinta años de gobierno de Hoxha. Como en todas las dictaduras, Mazreku fue usado publicitariamente por el régimen para mostrar en el extranjero una inexistente Albania moderna: las gestiones diplomáticas se sucedieron hasta que se consiguió que Mazreku que participara en 1972 en dos pruebas del Campeonato Europeo de Enduro con su Jawa checa de 50cc. Quedó en duodécima posición en la segunda de las pruebas en las que participó, celebrada en Pescara, y gracias a ello salió en la portada de Moto revue posando con su moto junto al campeón alemán Peter Neumann y su invencible Zündapp. Recibido como un héroe en su pueblo, Mazreku falleció ese mismo día durante la exhibición de agradecimiento programada cuando tras un derrape mal ejecutado perdió el control de su moto y cayó por el puente Ura e Muhurrit al Drin Negro. En el lugar del accidente se inauguró en 2010 un monumento a esta legendaria virgen juramentada en el que sale sobre su moto. Desde entonces la obra, realizada por Janaq Paço, se ha convertido en lugar de peregrinaje de la comunidad LGTB y de los moteros albaneses.

Además de las exhibiciones de Lul Mazreku, en las fiestas del Primero de Mayo desde los condados industriales llegaban a las principales poblaciones ruralizadas docenas de camiones para hacer entrega de forma gratuita a la población de aperos de labranza como prueba de fraternidad entre las dos zonas sectoriales del país. Durante estas kermeses se regalaban a los niños locales las únicas ruedas permitidas en sus pueblos durante los años que duró la dictadura de Hoxha: aros de hierro de juguete para que jugaran con ellos. Como los niños mexicas en la América Prehispánica, en los condados ruralizados de Albania solamente los más pequeños usaron la rueda. Más tarde, cuando las carreteras se volvieron impracticables, ya sin fiesta, las herramientas se dejaban en almacenes en las fronteras condales y eran recogidas por los paisanos y transportadas en mulas a sus destinos.

Con el comienzo de la prohibición se realizaron numerosas redadas de ruedas en los tres condados. Se confiscaron todas las existentes, dejando carros y coches aparcados en las calles sobre sus chasis. Fueron cargadas en camiones junto con las bicicletas, que iban enteras. Toda esta carga, como si estuviera apestada, no se envió a otros condados para su reutilización, sino que fue reciclada de dos formas en el famoso y alocado plan de Hoxha de defensas costeras que trataba de evitar una invasión extranjera de Albania: las bicis se usaron como armazón para búnkeres y las ruedas de coches y carros se arrojaron en la costa desde barcos con el fin de obstaculizar un posible desembarco enemigo.

Hoy en día para la costa de Fier, zona a la que llegaron los camiones cargados con las ruedas y bicis confiscadas durante su prohibición, sus restos son una de sus mayores atracciones turísticas: la Biçibunkleta. En ella hay grupos de búnkeres en los que se ven completas bicis de los años cuarenta incrustadas como armazón de sus muros de hormigón y a escasos metros de la costa se han creado arrecifes artificiales de formas redondeadas gracias a las ruedas de carros y coches arrojadas allí hace setenta años. Las dos secciones de la Biçibunkleta están en la actualidad protegidas: el International Fortress Council y la Fondazione Pistoletto, que considera estos búnkeres como una de las cumbres del arte povera, han restaurado docenas de ellos, señalizando varias rutas con los mejor conservados para disfrute de senderistas y curiosos; y los arrecifes de ruedas han sido declarados sitio Ramsar, además de ser una de las zonas de moda en Europa para el buceo.

Cuarenta años después de levantarse la prohibición de la rueda, aunque la hambruna de 1960, provocada por una sequía prolongada y agudizada por la parada en la entrega de grano decretada por la URSS de Kruschev, causara millares de muertes en toda Albania, pero sobre todo en los condados ruralizados, el sentido del humor albanés sigue vivo. Además de la Biçibunkleta, desde 2020 se celebra el Rrota Tour, prueba cicloturista por los condados ruralizados organizada por el ciclista profesional albanés Eugert Zhupa en la que participa de forma festiva buena parte de la población local.

Debido a los treinta años sin rueda impuestos por el tirano comunista Hoxha, los condados albaneses de Dibër, Elbasan y Korçë son actualmente las regiones con menor desarrollo y esperanza de vida de toda Europa.